CEIP JOSÉ MARÍA DEL CAMPO.
ESCRITO DEL CONSEJO ESCOLAR. 15 DE NOVIEMBRE DE 2016.
Los miembros del Consejo Escolar del CEIP “José María del Campo” de Sevilla, en reuniónmantenida el día 15 de noviembre de 2016, tras analizar las informaciones y documentación relacionadas con los hechos ocurridos el día 10 de noviembre de 2016 que dieron lugar a la denuncia de la madre de un alumno y las consiguientes informaciones vertidas en diversos medios de comunicación, queremos manifestar:
1º. El día 11 de noviembre, la madre de un alumno denuncia en el centro una presunta paliza infligida al mismo, acaecida el día anterior (10 de noviembre) en el comedor escolar, por parte de tres compañeros del colegio, y una situación de posible acoso. En la reunión mantenida con la familia, la Dirección del centro les informó de los procedimientos de investigación que se llevarían a cabo, tanto para determinar si se produjeron agresiones o, incluso, un posible caso de acoso. También se le informó de las posibles consecuencias previstas, en el marco de la legislación vigente, en caso de confirmarse los hechos que se denunciaban. De dicha reunión se levantó acta que fue firmada por los representantes del centro y de la familia.
2º. Tras las investigaciones llevadas a cabo, así como de la documentación que existe sobre el caso, se ha comprobado que los hechos ocurridos se circunscriben a un incidente que se produjo en horario de comedor escolar, en presencia de una de las monitoras, en el que un alumno jugando con otro le golpeó con un tupper de plástico, ocasionándole una herida superficial en el labio inferior, tal y como consta en el único parte médico que la familia aporta. Deseamos subrayar que tras el incidente, el alumno continuó su actividad normalizada, comiendo y, posteriormente, jugando con sus compañeros.
3º. No se produjo paliza ni en el comedor, ni en ninguna otra dependencia del centro, y no queda participación acreditada de ningún otro alumno del centro en el citado incidente.
4º. Consultados los registros del centro, no constan denuncias previas por acoso de la familia denunciante ni ningún otro tipo de comunicación por parte de la misma, que pudiera alertar mínimamente de la existencia de un posible acoso escolar o algún incidente de otro tipo que hubiera ocurrido con anterioridad.
5º. Los términos anteriores han sido confirmados por las autoridades de la Delegación de Educación y por el servicio de inspección de la misma.
6º. Por otra parte, en el marco de las diligencias realizadas por la policía judicial de menores,agentes de dicho cuerpo han recabado los testimonios oportunos que han culminado con el archivo de las actuaciones judiciales.
Por lo expresado anteriormente y como conclusión y consecuencia de todo lo ocurrido, los miembros de este órgano, manifestamos por unanimidad lo siguiente:
1º. En primer lugar y, como cuestión previa, nuestra repulsa más absoluta ante cualquier situación de acoso o maltrato en el seno escolar y en cualquier ámbito de la comunidad educativa que pudiera producirse. Y ante denuncias de casos, deben seguirse los protocolos aprobados en la legislación vigente, guardando todas las cautelas de un estado de derecho que preserven la intimidad, el honor y la profesionalidad de todos los afectados. En este caso, con la información de que se dispone, no hay evidencias de situación de acoso escolar, en los términos que se entiende el mismo, y la actuación de las diversas instancias del centro ha sido diligente y efectiva para respetar los derechos educativos de todos los alumnos dentro de la normativa en vigor.
2º. Ante la repercusión que ha tenido este caso, queremos manifestar nuestra preocupación e incluso nuestro rechazo por el tratamiento informativo que los medios han ofrecido, sin la necesaria contrastación de los hechos. Esta situación ha dado lugar a una alarma social y a una grave indefensión de alumnos, familias y profesionales del centro. Consideramos que los que no han actuado con las cautelas que requieren estos casos, deben reconocerlo públicamente, pedir disculpas a los afectados y realizar una reflexión sobre lo ocurrido, para que cuando se presente un caso real de acoso o maltrato, se afronte con la contundencia debida.
3º Por último, pedimos que todos los miembros de la Comunidad Educativa del Colegio “José María del Campo”, colaboremos para la normalización absoluta de la vida del centro. Que todos nuestros niños y niñas participen en las actividades con alegría y confianza, como se viene haciendo, que las familias colaboren con el centro y que los maestros y maestras se sientan confiados y apoyados en su labor profesional.