COMUNICADO

A la luz de la publicación del viernes 3 de noviembre por la tarde, de la RESOLUCIÓN DE 3 DE NOVIEMBRE DE 2023 DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE TECNOLOGÍAS AVANZADAS Y TRANSFORMACIÓN EDUCATIVA, SOBRE LOS PROGRAMAS PARA LA INNOVACIÓN Y MEJORA DEL APRENDIZAJE, PROGRAMA CIMA, Y SU CONVOCATORIA PARA EL CURSO ACADÉMICO 2023/2024, ADIAN Y ASADIPRE, Asociaciones profesionales de Directoras/es de centros docentes públicos, queremos manifestar nuestro rechazo total a dicha resolución por los siguientes motivos:

  1. ASADIPRE Y ADIAN representqntes de las Direcciones Escolares y como responsables e impulsores de la puesta en marcha de los programas educativos, LAMENTAMOS no se nos haya consultado en la elaboración de dicha resolución. Siempre hemos sido partícipes de la puesta en marcha de las cuestiones que intervienen en los centros educativos, aportando desde un carácter técnico y conocedores de la realidad de nuestros centros educativos, cuestiones que facilitan la implementación de los programas de innovación, garantizando el éxito de su puesta en marcha.
  • Pese a todo ello, hemos manifestado abiertamente lo que pensábamos al respecto del borrador con nuestras razones, dando oportunidad a la Administración para que se hiciera eco de ellas, y se ha hecho caso omiso de nuestras propuestas.
  • Las fechas de publicación han sido a todas luces tardías, tanto del borrador (que por cierto, no se nos hizo llegar a las asociaciones profesionales de direcciones escolares), como de la Resolución, puesto que ya los centros llevamos casi dos meses funcionando, e, incluso, adelantando la puesta en práctica de lo que, hasta ahora, eran los proyectos de Innovación, sin esperar un cambio radical y sin sentido como el que propone este texto.
  •  Entrando en el fondo del asunto, la Resolución supone un aumento considerable de la carga burocrática de los centros educativos y, sobre todo, de los Equipos Directivos, y de las personas que sean nombradas coordinadores (uno por centro). Se debe realizar un Plan de actuación con nueve apartados, nombrar un Equipo CIMA, para colaborar en el diagnóstico, diseño, seguimiento y evaluación del Plan de Actuación. Además, su incorporación en una memoria de autoevaluación que ya de por sí es burocráticamente abusiva, una evaluación final, y por si fuera poco, una auditoría aleatoria por parte de la administración.
  • A la dirección del Centro se le sobrecarga con una serie de funciones, muchas de ellas burocráticas, como el cumplimentar la solicitud, determinar responsables, velar por el desarrollo de los programas, incluirlos en el plan de centro, …
  • Por otro lado, no dota de horas de dedicación alguna a nadie, ni a la Dirección, ni al equipo directivo, ni a la coordinación ni a los responsables de estos planes, es decir, se pretende implementar una gran carga burocrática y de responsabilidad, a cambio de casi nada.
  • Tampoco supone ninguna dotación económica a los centros, necesaria para implementar muchos de estos planes y proyectos.
  • Añadido a lo anterior, el reconocimiento va ligado a una formación, lo que supone más carga aún, cuando todos los centros tenemos ya nuestros planes de formación diseñados y, en muchos casos, funcionando.
  • El modelo elegido no parece el adecuado para aunar líneas o proyectos de trabajo en los centros educativos. Pretende que se elijan, al menos tres líneas de actuación que pueden pertenecer a distintos ámbitos del conocimiento, sin que se intuya una relación con una línea de trabajo del Centro.
  1. No se ha tenido en cuenta a las diferentes tipologías de centros, hay centros pequeños que no pueden contar con personal suficiente para abarcar el desarrollo de los programas y como consecuencia no podrán desarrollar programas que en su proyecto educativo lo vengan haciendo.
  1. Con todo ello, queremos también advertir que, si la Resolución no obtiene el efecto esperado ni el seguimiento voluntario de muchos claustros, que la Administración no se sorprenda y haga un análisis interno donde parta de la base que no todo vale y que los docentes, con sus equipos directivos al frente, están sumamente sobrecargados de trabajo y, no se les puede pedir esfuerzos sin límite.
  1. Y, por último, de todo ello se desprende la falta de empatía, liderazgo compartido y confianza que nuestra Administración deposita en nosotros y en un trabajo ya realizado y/o planificado, habida cuenta, además, de la sobrecarga que está suponiendo para todos los docentes en general, y los equipos directivos en particular, la aplicación de tanta nueva normativa.

PRESIDENTE DE ASADIPRE       PRESIDENTE DE ADIAN